
En un movimiento que ha sacudido al sistema de salud privado de Argentina, más de 30 asociaciones médicas han anunciado la introducción de un "bono complementario no reintegrable" para las consultas médicas a pacientes cubiertos por prepagas y obras sociales. Esta medida busca ayudar a los profesionales de la salud a compensar la pérdida de ingresos frente a la creciente inflación y los bajos honorarios que actualmente reciben.
La iniciativa, presentada en el Día de la Sanidad el 21 de septiembre, tiene como objetivo establecer un piso mínimo de $6000 por consulta médica, una cifra que, según argumentan, no se alcanza con los honorarios actuales, que oscilan entre $1300 y $2000 en el mejor de los casos. Este "bono complementario no reintegrable" se aplicaría como un costo adicional sobre los honorarios estándar y se destinaría directamente a los profesionales de la salud.
A pesar de algunas preocupaciones, las asociaciones médicas han enfatizado que este cargo adicional no es un coseguro, un copago ni un adicional en el sentido tradicional, sino un "bono complementario no reintegrable". Aunque no se impondrá como obligatorio para los pacientes, se les pedirá que contribuyan voluntariamente. Según una de las asociaciones involucradas, "la idea es que la mayoría de las personas participe, pero no se dejará sin atención a quienes no puedan hacerlo".
El comunicado conjunto de las asociaciones médicas destaca la difícil situación económica de los profesionales de la salud en Argentina, con honorarios que han alcanzado mínimos históricos y retrasos en el pago de hasta seis meses después de la prestación de servicios. En respuesta, han establecido un "honorario médico ético mínimo" que se actualizará periódicamente para hacer frente a la inflación.
Este anuncio marca un punto de inflexión, ya que otorga a las asociaciones médicas la capacidad de determinar el valor de sus servicios, una facultad que históricamente estuvo fuera de su alcance. Además, la medida tiene el respaldo de diversas entidades médicas y científicas de todo el país.
Sin embargo, el movimiento ha generado controversia, ya que algunas cámaras de salud lo consideran una práctica ilegal e injusta que afecta negativamente a los usuarios. Se ha criticado la posibilidad de que los pacientes tengan que pagar dos veces por el mismo servicio, primero con sus cuotas y luego con el "bono complementario".
El comunicado finaliza informando que la decisión es conjunta, firme e irrevocable, y que no forma parte de ningún convenio grupal o individual. Las asociaciones médicas están comprometidas a brindar atención adecuada a los pacientes mientras buscan asegurar honorarios dignos para los profesionales de la salud en Argentina.